La escasez de dinero en las carteras de los ciudadanos y el
descrédito de los políticos en general provoca que los partidos tengan que
aguzar el ingenio para incrementar o no perder afiliados. El recorte de subvenciones
supone, además, que las cuotas de militantes adquieran, progresivamente, un
papel más relevante. Bajo estas premisas emerge todo un revoltijo de ideas.
El PSPV, al que la pérdida de votos ha acarreado una consiguiente
caída de ingresos por descenso de representación pública, pergeña la creación
de la denominada Oficina del Militante y barrunta descuentos familiares y una
fórmula similar al 2x1. En la actualidad sus afiliados abonan 45 euros
semestrales.
El PP parece conformarse con lo que tiene. A menos que su
presidente provincial, Alfonso Rus, ande perfilando alguna campaña como la que
lanzó cuando accedió al cargo centrada en duplicar la militancia. De momento le
valen las aportaciones que hacen los militantes para mantenimiento de sedes
(unos cinco euros al mes por término medio) de distrito (en las ciudades) y
pueblos, más la general de 36 euros anuales. Eso sí, a los jóvenes de Nuevas
Generaciones bastan nueve euros para sentirse ´populares´. Y quien haya
superado los 28 años y no quiera o pueda pagar tiene la opción de ´simpatizar´.
ABC CV (19-10-2012). Pág. 54 |
La coalición Compromís, por su parte, ha creado la figura
del ´adherido´. Por 75 euros al año (25 para parados, pensionistas y
estudiantes) integran a quien lo desee sin necesidad de que previamente forme
parte de alguno de los tres partidos de su plataforma.
Unión Progreso y Democracia (UPyD), menos corroída por el
descrédito por su inexperiencia de gobierno, también ha recurrido a la figura
del ´simpatizante´ sin coste para el interesado. El ciudadano que desee implicarse más en el
partido que organiza Rafael Soriano en la Comunidad Valenciana ha de abonar una
cuota que asciende a 20 euros mensuales (igualmente con descuento para
pensionistas, estudiantes y parados, a los que queda en siete euros).
Y si difícil resulta captar afiliados para partidos con
experiencia, la labor alcanza casi el calificativo de titánica para aquellos
que empiezan. Renovacio Política, la formación presidida por Benjamín Lafarga
que se presentó en sociedad el 9 de Octubre, va a comenzar una campaña puerta a
puerta con el fin de recaudar los 60 euros anuales que cobra por afiliación
(también con descuentos a colectivos menos pudientes).
Por su parte, el otro grupo neófito activo, la Unio de Raül
Cerdà, carga igualmente 60 euros al año, pero a quien se afilie ahora no se los
detraerá de su cuenta hasta enero. Por cierto, que anda cerrando el registro de
un sindicato de estudiantes en la Universitat de Valéncia. Cada uno hace lo que
el ingenio, el entusiasmo y los recursos le permiten.