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sábado, 6 de octubre de 2012

Pedagogía para gobernar (ABC)

El conseller José Manuel Vela quizás hoy refuerce el orgullo propio si recuerda su faceta de docente, esa que ha dejado aparcada para dedicarse plenamente a cuadrar las cuentas autonómicas. Catedrático de Economía Financiera, ha ejercido de profesor en la Universitat de València y en la Jaume I de Castellón. Se trata del único miembro del actual consell que procede del ámbito educativo, un sector que dignifica su profesión cada 5 de octubre con la conmemoración del Día Mundial de los Docentes.
Décadas atrás, profesores y abogados pugnaban por capitalizar los puestos políticos de mayor responsabilidad. En su época de presidente de la Generalitat, Joan Lerma se rodeó de una pléyade de docentes universitarios (Joan Romero, Segundo Bru, Aurelio Martínez, Eugenio Burriel y un larguísimo etcétera). La propia y efímera alcaldesa de Valencia y posterior presidenta de la Diputación provincial, Clementina Ródenas, renunció temporalmente a impartir Historia Económica para, entre otros hitos políticos, participar en un histórico y enconado duelo electoral con Rita Barberá.
ABC CV. Pág. 64 (05-10-2012)
Eduardo Zaplana incorporó a los profesores universitarios Marcela Miró y José Sanmartín. Incluso Justo Nieto, en 2004 y cuando desempeñaba el cargo de rector de la Politécnica, decidió abandonar la esfera académica para enrolarse de conseller. Hasta que Francisco Camps prescindió de él en 2007. No obstante, la presencia de docentes en primera línea política se ha ido difuminando conforme han transcurrido los años para dar paso a los profesionales única y exclusivamente de la ´res publica´, sin más trayectoria laboral conocida.
 Desde entonces pocos cargos relevantes pueden proferir una frase como aquella con la que me obsequió Fernando Coquillat en su etapa de delegado del Consell en la provincia de Valencia. En la presentación de una edición de la feria gastronómica de Utiel supo, con su sentido y cimentado discurso, avivar la imaginación e incluso las papilas gustativas de los presentes enumerando y calificando diferentes elaboraciones culinarias. Al finalizar el acto le felicité por una intervención muy distinta a la clásica y protocolaria de los políticos. “Claro, es que soy docente”, me respondió henchido de orgullo.
Por cierto, esa dignidad, en este caso por el hecho de ser, diferenciarse y sentirse valenciano, tratarán de exponerla en la procesión cívica del 9 de Octubre los dos neonatos partidos que, en la actualidad, azuzan los rescoldos del valencianismo. La Unio de Raúl Cerdà difundirá su ´Document Valencià d´Identitat´, mientras que Renovacio Politica, presidida por Benjamín Lafarga, repartirá folletos informativos sobre su proyecto.