Compartir un percance grave o enfrentarse a un enemigo
acérrimo común resultan dos de los factores que en mayor medida aúnan a las
personas. En bastantes ocasiones incluso más que situaciones positivas como
disfrutar en equipo de una pasión o afrontar un reto colectivo. Como muestra
empírica podemos observar el crecimiento de Nuevas Generaciones del Partido
Popular en la Comunidad Valenciana y, de manera paralela, la emergencia de
partidos y entidades valencianistas.
ABC CV (22-07-2013). Pág. 45 |
El primer ejemplo contrasta con el descrédito de los
políticos, como denominación general, y con las convulsiones que sufre la
formación que gobierna la inmensa mayoría de instituciones en España. Juan Carlos Caballero, presidente de las NNGG
valencianas, hace justo un año que decidió dar el paso adelante para acceder al
cargo de máximo responsable de los militantes del PP que no superan los 30
años.
En la primera etapa de su mandato ha incrementado la
afiliación hasta alcanzar los 7.000 jóvenes implicados y ha gestado un ´lobby´
de 86 (Carolina Manzano, en Silla y en septiembre, ocupará el puesto 87)
concejales en la provincia. Entre los neopolíticos populares que despuntan se
hallan Roberto Calpe (Foyos y presidente provincial de NNGG), Toni Belda
(Bocairent), Jorge Boluda (Montaverner) y Vicente Pastor (Corbera).
Segundo ejemplo. La activa y animosa Plataforma
Valencianista convocó una concurrida cena (que anticipamos dos semanas atrás en
esta misma columna) en la que reunió a entidades culturales (RACV, Círculo
Cívico) y grupos políticos incipientes (Unio, Renovacio Política o Reiniciació
de l´Iniciativa Ciutadana).
Les unifica su oposición rotunda a la Academia Valenciana de
la Lengua (AVL) y a la asimilación de catalán y valenciano. También su desazón
con la gestión del PP. Rechazo compartido
e ilusión individual por afrontar un nuevo proyecto. Sobre esos cimientos
buscan consolidar una tentativa que sume fuerzas y que no quede, como destacó
uno de los asistentes en la ronda de intervenciones, en “marginal”.
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