Estereotipos de padre

¿Tenía alguno de aquellos síntomas? Andaba preocupado tras la lectura en una revista –no recordaba la cabecera, por muchas vueltas que le daba- de una curiosa clasificación de progenitores. Había anotado la figura de ´padre helicóptero´, definido como “el que siempre vigila y sobrevuela la vida de sus hijos”. También el ´padre apisonadora´, ya que “allana el camino de sus pequeños para que no tengan baches”.

20 minutos. Pág. 2 (30-10-2013)

El elenco continuaba con más catalogaciones como la de ´padre chófer´, pues “se pasa la vida llevando a sus hijos de un lado a otro a actividades extraescolares”; ´padre bocadillo´, porque “persigue sin cesar a sus vástagos con el bocadillo en la mano para que se lo acaben”, o incluso el manido ´padre hiperprotector´, que sufre por el más mínimo rasguño de sus retoños.

Le entraron serias dudas. “¿En qué categoría me englobo?”, o, peor aún, “¿es posible que esté en todas?”, se preguntaba inquieto, ya que detectaba ciertas señales de cada una de ellas. Contempló la sonrisa resplandeciente de su primogénito y se respondió: “¡Y qué importa!”.

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