Sandra Gómez, la portavoz local socialista, ha sido la primera en dar el paso. Ha aclarado aquello que desde las diferentes corrientes de su partido daban por supuesto, que lo lideraría en Valencia. Una vez dejado el camino expedito por el anterior cabeza de lista, Joan Calabuig, se trataba de una cuestión de tiempo. Más bien de procedimiento. De que llegara la hora de renovar ejecutiva socialista en la ciudad como antesala de la selección de candidatura a alcaldía.
Sandra Gómez aspira a la secretaría general metropolitana y, posteriormente, a cartel electoral. Con una campaña, la de 2015, para baquetearla, y con dos años y medio de mandato que la han curtido en la gestión y le han permitido desarrollar su capacidad para confraternizar con periodistas, colectivos sociales, falleros, semanasanteros, jubilados y otros grupos que conforman la estructura de la sociedad, Sandra Gómez se siente preparada. También hace tiempo que transmite que lo ve así su secretario general autonómico y uno de sus principales muñidores, Ximo Puig. El tiempo, y ya no queda mucho, demostrará si una y otro tienen o no razón.
En cualquier caso, la concejala de Turismo aportará dosis de frescura y alegría a las elecciones. También romperá con la tendencia de perfiles grises que arrastran los carteles de su partido desde hace unas cuantas campañas. La última sin ir más lejos. Quizás carezca de la experiencia y bagaje de sus antecesores como aspirantes a alcalde. No obstante, transmite optimismo y cercanía, rasgos fundamentales para afrontar una campaña.
Sandra Gómez aspira a la secretaría general metropolitana y, posteriormente, a cartel electoral. Con una campaña, la de 2015, para baquetearla, y con dos años y medio de mandato que la han curtido en la gestión y le han permitido desarrollar su capacidad para confraternizar con periodistas, colectivos sociales, falleros, semanasanteros, jubilados y otros grupos que conforman la estructura de la sociedad, Sandra Gómez se siente preparada. También hace tiempo que transmite que lo ve así su secretario general autonómico y uno de sus principales muñidores, Ximo Puig. El tiempo, y ya no queda mucho, demostrará si una y otro tienen o no razón.
En cualquier caso, la concejala de Turismo aportará dosis de frescura y alegría a las elecciones. También romperá con la tendencia de perfiles grises que arrastran los carteles de su partido desde hace unas cuantas campañas. La última sin ir más lejos. Quizás carezca de la experiencia y bagaje de sus antecesores como aspirantes a alcalde. No obstante, transmite optimismo y cercanía, rasgos fundamentales para afrontar una campaña.