Publicado en la página 17 del número de noviembre de El Periódico de Aquí en Valencia
Publicado en la página 17 del número de noviembre de El Periódico de Aquí en Valencia
Esto no salvará. Esta frase tan sencilla como contundente puede leerse –o atisbarse si se mira a ras de tierra- en el tramo enfrentado a la Ciudad de las Artes y las Ciencias del kilométrico jardín del Turia de Valencia. No aparece rotulada en simples caracteres, sino en unas macetas con morfología alfabética.
Cada letra constituye, en la práctica, un enorme macetero. Y
en su interior crecen plantas, producidas en el centro de experimentación de
Cajamar, en Paiporta, de hortalizas de escaso uso y conocimiento popular en el
entorno, aunque de temporada. Lollo triple rojo, lollo verde, col lombarda,
colirrábano verde, kale, achicoria roja, remolacha, hoja de roble verde, kale
negro de Toscana, repollo rosa, repollo rizado… y hasta arroz.
En efecto, el producto tan típico valenciano que supone la
base de la internacional paella emerge en la maceta que lleva el acento de la
letra ‘a’ con la que se cierra la frase ´esto nos salvará´.
Aunque se trata de un cultivo ligado más a verano, en este caso particular lo han sembrado en invernadero y han logrado trasplantarlo a la maceta del acento. Además, lo han hecho con uno tan autóctono como el de la variedad Jsendra, del tipo Senia, englobada en la Denominación de Origen Valencia.
Artículo publicado en el número de noviembre de El Periódico de Aquí.
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Tombet de ciervo con boniato. A cocción lenta y acompañado
por el tubérculo clásico valenciano de recolección prenavideña. Se trata del
plato que ha presentado el restaurante Mi Cub dentro del ciclo ‘Las 4
estaciones de la terreta’ en el céntrico Mercado de Colón de la ciudad del
Miguelete y el jardín del Túria. Corresponde a otoño.
Carne de ciervo, napicol (“joya gastronómica autóctona
100%”, según recalca la cocinera Eva Davó), tomate, cebolla y ajo, especias
como romero, canela y laurel y, además, boniato en forma de ´chips’. La
elaboración se cuece durante “cinco o seis horas”, según su autora, la citada
cocinera propietaria de La Cantina de Ruzafa, ubicada en el castizo barrio de
Valencia del mismo nombre.
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Su nombre desvela gran parte de su singularidad. El Mirador, restaurante y local de eventos, se eleva a mitad del cerro que culmina el famoso castillo de origen romano de Sagunto. Se sitúa, en la práctica, entre la fortificación y el casco urbano de esta populosa localidad del norte de la provincia de Valencia. Ese lugar lo convierte en atalaya y le otorga una amplia panorámica de interior y de costa casi hasta la capital.
No siempre ha sido así. Al contrario, ese espacio lo ocupaba con anterioridad una nave industrial. Con ella se encontró Santiago Belmonte, propietario de El Mirador, cuando en su mente bullía ir más allá del proyecto de franquicias de Ferrocarril 1870, una red de cafeterías que se extendió a la provincia de Castellón. Supuso la experiencia inicial de Belmonte en el sector de la hostelería.
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Artículo publicado en el número de octubre de El Periódico de Aquí.
Esta escapada va de relajación y de visitas concentradas en
el término municipal mallorquín de Capdepera, en el extremo este de la isla, y
sus alrededores. No obstante, cuando las temperaturas incitan a acercarse al
mar y a remojarse, la belleza de las calas de la isla deja por detrás el resto
de sus encantos. Así ocurre, por muy injusto que resulte.
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Camino a Cala Rajada |
Y de este modo sucedió en estos estertores tardíos del verano en pleno otoño debido al tiempo estival fuera de temporada del que hemos disfrutado. En cualquier caso, el viaje dio para todo un poco. Por ejemplo, para andar junto a la orilla entre Sa Font de sa Cala y Cala Rajada, dos de los espacios más emblemáticos de este extenso municipio.
Se trata de caminar unos diez minutos por la carretera
principal hacia Capdepera, y una vez se llega hasta el desvío hacia Cala
Rajada, enfilarlo. Desde ahí, ya junto a la costa, se discurre por una agradable
senda marinera por Punta des Carregador, Cala Pedruscada y se aparece en Son
Moll. Desde ese lugar el paseo marítimo conduce ya hasta la bulliciosa Cala
Rajada. Son unos 45 minutos de tránsito agradable con cierta emoción porque no
tiene excesivas señales y hay que bajar por una misteriosa escalera en la
citada Punta des Carregador.
Si descontamos las playas, el objetivo turístico estrella y
principal atractivo monumental lo constituye la fortaleza triangular de
Capdepedera, con su torre cuadrangular que data de la dominación musulmana y
que sirvió de hito para construir la fortificación cristiana.
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Sin conexión a internet ni cobertura de móvil. Ni tan siquiera televisión en las habitaciones. No se trata de una reclusión o de llevar una vida de eremita, sino de disfrutar de una desconexión en la sierra de Espadán, en la provincia de Castellón.
Esta búsqueda de relajación, reposo o calma interior la
ofrece con una cómoda austeridad el complejo autosuficiente Mar de Fulles,
ubicado en el término municipal de Alfondeguilla aunque casi situado montaña a
través, a algo más de dos kilómetros del casco urbano de la citada población.
Aunque lo abrió hace ocho años tuvo que dedicar bastante más
tiempo Juan Manuel Urbán, director del proyecto, a gestarlo. Para empezar,
compró una amplia extensión de monte que negoció con casi una veintena de
propietarios. “Teníamos muy clara la ubicación por la cercanía a Valencia y a
la playa y porque disponemos de todo el sol de la Comunidad Valenciana”,
explica el orgulloso propietario.
El Ensanche es uno de los barrios chic de Valencia. Además de palacetes en calles señoriales como Cirilo Amorós y Jorge Juan o de la coqueta avenida Marqués del Turia contiene el mercado modernista de Colón reconvertido en uno de los espacios de ocio más concurridos de la ciudad. Tiendas de ropa a la última moda, restaurantes temáticos o joyerías pueblan esta barriada cada vez más cosmopolita.
En este espacio, y más en concreto en el extremo de la calle
Grabador Esteve que desemboca en Puerta de la Mar, se halla un hammam. Y no uno
cualquiera, sino una recreación del clásico baño turco adaptada a las características
de su glamuroso entorno.
Se encuentra en el interior de un centro de bienestar, el del afamado doctor Gabriel Serrano que ofrece para entretener la espera el libro de sus memorias. Al fondo, después de paso previo por el vestuario para quedarse con la ropa mínima que permita un lavado a fondo, se sitúa la sala que acoge la gran piedra.
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Y mi intervención radiofónica, también sobre mancomunidades, en Intereconomía
Puedes leer este resumen escrito
O, mejor, puedes escuchar el programa completo pinchando este enlace y verlo en este otro enlace
El pasado viernes 22, en el programa Amanece Valencia, de Plaza Radio, su presentador, José Forés, me entrevistó para analizar la constitución de mancomunidades, una cuestión que parecía de trámite y se ha ido enrevesando.
Puedes escuchar la conversación en los últimos quince minutos de programa pinchando este enlace
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Se celebró el pasado 8 de septiembre el Día Internacional del Periodista. Se le da en España menor relevancia que al Día Internacional de la Libertad de Prensa (3 de mayo) o que a San Francisco de Sales (24 de enero) patrón de periodistas.
En esa jornada participé en este entrevista en la emisora Latinos FM y en este vídeo difundido por la entidad Con Valores.
Tenemos la base en un cottage o casa de campo típica de la campiña británica a unos cinco kilómetros de Bridgwater, una localidad de unos 35.000 habitantes ubicada en el condado de Somerset, bajo de Gales, a una hora de Bristol más o menos.
Desde el aeropuerto de Southampton, donde recogemos el coche
de alquiler, tardamos unas dos horas y media en llegar. La última la hacemos
por carreteras que son la marca de este condado: muy estrechas, entre una
vegetación sumamente cuidada.
El primer día completo de estancia lo empleamos en una excursión a Glastonbury, población que destaca, sobre todo, por la enigmática torre de San Miguel, del siglo XV, elevada sobre una colina. La perspectiva desde abajo resulta espectacular.
La subida es en zigzag por la ladera. Pertenecía a un antiguo monasterio que ardió. En este municipio también resalta su abadía, donde hay una fiesta privada cuando nos acercamos. Está lleno, en general, de turistas autóctonos que asisten a su conocido festival.
Kirkwall tiene casi la mitad de la población de las 70 islas llamadas Orcadas que coronan Escocia, una vez ya superadas las Hébridas. Llegamos a esta localidad de alrededor de 10.000 habitantes que se presenta con una coqueta calle comercial y con su curiosa catedral empezada a construir, como la propia ciudad, en el siglo XII en honor a San Magno. Se halla repleta de ofrendas en sus dos estrechas y alargadas naves laterales.
Praderas fértiles y granjas. Casas unifamiliares que se
expanden por la capital de esta isla ventosa que carece de edificios y se
extiende en productivas parcelas. Por ese motivo cuesta salir del casco urbano.
A la altura del puerto se estrecha la Mainland o isla principal. Ofrece la
ocasión más sencilla de atravesarla a pie a lo ancho, aunque la falta de
indicaciones y de carreteras o caminos rectos lo dificulta.
El palacio del Condado y el del Obispado, o lo que queda de ellos, se sitúan a apenas unos metros tras la catedral. Tenemos la suerte de poder disfrutar, sentados sobre el césped del patio, de una actuación musical a cargo de un simpático grupo escocés y de un monólogo dramático. No da tiempo, por la escasez de transporte en este domingo soleado –un lujo en este entorno-, de acercarnos a la capilla italiana o al yacimiento neolítico de Skara Brae.
En este recorrido en crucero con desembarco en diferentes islas británicas se trata de trazar pinceladas en tu mente sobre los lugares que visitas. No existe tiempo para profundizar; únicamente disponemos de unas horas para tratar de captar la esencia, de lograr que nos llame la atención algo especial o de impactar con alguna escena, monumento o situación que nos marque.
Llegamos, por el mar de Irlanda –ayer transitamos por el Celta-, a la capital del citado país, a Dublín. Lo hacemos desembarcando en el puerto de Dún Laoghaire, a una decena de paradas de tren de la céntrica estación de Tara Street, a escasa distancia del histórico y laureado Trinity College.
Si en otras ocasiones optamos por las visitas guiadas de Civitatis, en esta, por horario y por propuesta, lo hacemos por las de Guru Walks para hacer un recorrido de tres horas por el cogollo de Dublín. Partimos de la superficie del recinto del ayuntamiento, donde descubrieron restos del pasado vikingo de la ciudad. A lo largo del itinerario me sorprenderá –antes me refería a algo especial- la figura de Brian Bouru, el legendario rey celta que unificó a los enfrentados pueblos de la antigua Eire y venció a los asentados vikingos.
Se trata de uno de esos lugares que no visitarías si no
fuera por una ocasión muy singular. En este caso, se trata de un recorrido de
unas pocas horas que nos permite subir a North Fort por una diminuta playa
atiborrada de algas y que ofrece la posibilidad de contemplar desde la ciudad
una vertiente del Canal de la Mancha para descender por su bahía principal y
adentrarnos en el casco urbano.
Un busto real y una réplica del reloj de Londres presiden sus arterias peatonales principales, aunque su zona de ocio más concurrida se extiende alrededor de su puente levadizo, donde se practica la pesca de cangrejo con red, para depositarlos durante unos minutos en un cubo con agua marina y devolverlos a su hábitat atlántico poco después.
Quinta y última etapa: Gernika-Bilbao.
-Sumamos dos oficiales en una para llegar antes a Bilbao. Al final, hoy, con temperaturas que superan los 35 grados, andaremos unos 40 kilómetros.
-Salida entre las brumas montañeras de la mañana. Como siempre, nos espera una escarpada subida al inicio para entrar en calor.
-Comemos nuestro primer almuerzo caliente al quinto día. Hasta la fecha o no había bares o solo nos ofrecían pinchos. Aquí, aunque les cuesta aceptar nuestra petición, nos acaban haciendo uno de lomo embuchado con queso. Por cierto, aquí sirven un café al que llaman "valenciano", que, con parquedad de palabras, me explican que llega una rodaja de naranja y whisky.
-Subida y bajada continua y dura excepto un largo tramo de asfalto por Lezama, donde se ubican las instalaciones del Athletic de Bilbao.
-Subida diez imponente diez kilómetros antes de Bilbao. Nos juntamos en la cima una decena de peregrinos agotados, junto a una máquina de bebidas frías instalada en medio del bosque. Solo puedes pagar con suelto. Un peregrino francés me da una moneda de 20 céntimos para que pueda completar el 1,70 euros que cuesta mi aquarius de naranja.
-La bajada desde el monte Avril hasta nuestro hotel en Bilbao se hace interminable.
-Hemos concluido 126 kilómetros oficiales de camino más fácil una quincena más entre pérdidas, paseos y búsqueda de alojamientos.
Reto alcanzado.
Cuarta etapa: Markina-Gernika.
-Nos devuelve el taxi (esta vez viene el padre del taxista con su vehículo particular) al punto de salida junto a la iglesia de Xemea, en Markina.
-En esta etapa tampoco va a haber ocasión de almorzar como queremos, porque no te hacen bocadillos. En los escasos bares del tramo únicamente sirven pinchos.
-Subimos hasta Bolibar, pueblo de antepasados de Simón Bolívar.
-La etapa, prácticamente como todas las de este año, es de subidas y bajadas entre caseríos y bosque.
-Pasamos por monasterio monjes cistercienses en Zenarruza.
-Hay un tramo cortado por poda en el que no les hace mucha gracia que nos metamos.
-Pasamos junto a una antigua ferrería.
-Bajamos a Gernika, con 16.000 habitantes. Aquí nos quedamos en una pensión (Akelarre)
-Visita a la Casa de los Fueros y al viejo (queda un trozo de tronco) y nuevo (desde 1979) árbol de Gernika.
Tercera etapa: Deba-Markina. Nivel 4, tanto en dificultad como en paisaje.
-Prolongadas cuestas, como la de la subida al calvario, que sigue al collado de Arno.
-Muchas cancelas en el recorrido, en medio del bosque, que hay que ir abriendo al pasar.
-Solo hay un bar en toda la etapa, en Olatz, y los lunes cierra (sí, el día en que hicimos este tramo era lunes).
-Pasamos a la provincia de Vizcaya.
-Descenso pronunciado y embarrado hacia Markina (aquí resbalo y voy al suelo. Nada grave)
-Desde Markina nos lleva un taxi a nuestro alojamiento en Mutriku y mañana nos devolverá al punto de recogida. En Markina no había sitio.
-Mutriku está ubicada junto al mar, en una pequeña bahía, repleta de barcas, de pescadores con cañas y con fábricas de conservas de bonito.
-Cenamos allí nuestra alimentación nocturna frugal habitual: plato de queso y otra cosa también ligera. La abundancia queda para la comida, cuando llegamos famélicos.
Recorrido del tramo entre San Sebastián y Bilbao (unos 126 kilómetros) en titulares por etapas:
San Sebastián:
-Parte Vieja y bares de pinchos.
-Hotel de cinco estrellas María Cristina con chocolate a seis euros.
-Playa de la Concha con su característica barandilla blanca.
-Río Urumea que cuando sube la marea se convierte en ría en sus primeros puentes.
-Ayuntamiento que era una casino. La ciudad llegó a tener tres casinos.
-Nobleza europea venía a bañarse.
Etapa San Sebastián-Zarautz
-Paseo inicial por la concha.
-Subida a monte Igeldo, que también puede hacerse en funicular.
-Queda a un lado de la subida el parque temático.
-No hay en 15 kilómetros donde tomar nada.
Con este relato participé en el libro 101 relatos del periodismo, confeccionado por Editorial Vinatea y presentado en la última edición de la Feria del Libro de Valencia.
Un gran hombre
Divine hizo cálculos mentales. Miró los fardos y anotó en su
agitada mente que habría recolectado unos cuatro kilos de café. No estaba mal
para tratarse de las cinco de la mañana y contando el tiempo que tenía que por
delante antes de que las altas temperaturas y la elevada humedad que marcan las
tareas en Kivu del Norte, la remota región de la República Democrática del
Congo en la que vivía, le obligarán a sustituir la recolección al aire libre por
labores domésticas, ya más protegida del sol.
Hoy trabajaba con mayor rapidez que otros días. Lo hacía con
un especial frenesí. Y no porque Divine Mabiala no fuera una joven dedicada de
pleno a la tarea que le encomendaba su familia –de hecho, ese carácter
laborioso destacaba como una de sus principales cualidades en las
conversaciones preliminares de su madre por buscarle esposo-, sino porque esa
noche apenas había podido conciliar el sueño.
Participación en el programa especial de El Faro, de la televisión autonómica valenciana 8TVMediterráneo, para analizar el resultado y las consecuencias de las elecciones del 23 de julio.
Puedes ver y escuchar el programa completo pinchando este enlace
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Artículo publicado en el número de julio de El Periódico de Aquí