“Aunque no viva en este mundo, yo siempre seré hijo de Valencia. Que vivan tranquilos. Mi protección no les faltará jamás”. San Vicente Ferrer, posiblemente el santo valenciano más recordado y apreciado, pronunció estas palabras, entre otras, a modo de epitafio, poco antes de fallecer en 1419. Dejó el marchamo de sus milagros presididos por su dedo alzado, el ejemplo de su capacidad de pacificación y mediación y la semilla de una fiesta.
Las celebraciones de San Vicente (justo hoy -por el 5 de abril-conmemoramos el 594 aniversario de su fallecimiento en la localidad bretona de Vannes) llegan después del dispendio y del bullicio de las Fallas y de la solemnidad de la Semana Santa Marinera. Tras tanto festejo previo suelen pasar más desapercibidas, a pesar de que las palabras de amparo del santo antes citadas adquieren, en esta época de carestía, un simbolismo mayor que en años pretéritos.
“En todas sus tribulaciones, en todas sus desgracias, yo intercederé por ellos. Que conserven y practiquen las enseñanzas que les di, que guarden siempre incólume la fe que les prediqué”, subrayó el hermano de fray Bonifacio Ferrer. Los altares vicentinos las tienen presentes. Constituyen la esencia de las declamaciones de los niños que teatralizan los milagros.
Quizás falta inocularlas en los responsables públicos. Francisco Lledó, en su condición de concejal de Fiestas y Cultura Popular de Valencia, preside la Junta Central Vicentina. Carece de la calidez e implicación de su antecesor, Félix Crespo, cuyo grato recuerdo todavía impregna los festejos. Lledó sustituye ese legado por mando. Le achacan escasez de tacto y, sobre todo, de dedicación al organismo que preside.
Estas celebraciones gozan de escaso predicamento entre los políticos valencianos. El carné de los pocos que deciden implicarse luce las siglas del PP. Rafael Ferraro, sempiterno diputado autonómico, ha formado parte del elenco de fundadores del Altar del Mercat de Colón. Por su parte, el primer teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, se ha vinculado con el de la Pila Bautismal. Coincide en la elección con el ex conseller Fernando de Rosa.
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