El Club de Oratoria de la Comunitat
Valenciana ha comenzado a funcionar con todos los requisitos. Incluso con junta
directiva, presidida por José Manuel Zaragozá y con José Luis Sahuquillo de
secretario. La iniciativa del primero y el interés que ha concitado en un
nutrido grupo de personas de diferentes ámbitos han hecho posible esta
iniciativa.
Psicólogos, politólogos, licenciados en
Derecho, periodistas y un largo etcétera de profesionales de distintas
vertientes se han inscrito para participar en la liga de oradores, una
competencia muy a seguir por la curiosidad y el interés que despierta la
práctica de esta disciplina que el romano Cicerón llevó a su cénit con sus
celebérrimas Catilinarias.
De esta tentativa también forman parte
responsable de neopartidos como el cullerense Benjamín Lafarga, de Renovacio
Politica, o el castellonense David García, de Ciudadanos de Centro Democrático.
Incluso expertos en el arte de platicar como el periodista Francisco Grau,
consagrado en la actualidad, por técnica y vocación, a impartir cursos de
oratoria.
Abierto a participar
La citada iniciativa es la primera que,
de manera oficial, surge en la Comunidad Valenciana. Lo hace con un espíritu
abierto, con el interés de aglutinar a personas que aspiran a perfeccionar sus
cualidades dialécticas para que practiquen y, con esa práctica continua,
mejoren o ayuden a mejorar. No obstante, no será el último proyecto de estas
características en emerger. De hecho, desde una empresa en efervescencia relacionada
con la politología ya está surgiendo algo similar.
El objetivo de colectivos como los
citados consiste en que el ciudadano pueda y sepa expresar, con la pericia
necesaria y los argumentos lógicos adecuados, sus necesidades y convicciones.
De este modo, quizás, recuperemos el espíritu ateniense de la democracia y la
posibilidad de la que disponía cualquier ciudadano –realmente una minoría de la
población tenía tal condición- de explicarse ante sus convecinos y de disponer
de un foro adecuado para ello.
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