El Gobierno ya ha anticipado que proporcionará un permiso de residencia especial, por razones de interés económico, a quienes acrediten ser inversores, emprendedores, profesionales altamente cualificados, investigadores o científicos. Mientras, recorta las aportaciones públicas a centros de investigación y obliga a emigrar a miles de españoles con alta cualificación.
El ejemplo más nítido lo hemos apreciado en Nuria Martí, licenciada en Biología por la Universidad de Valencia y despedida del Centro de Investigaciones Príncipe Felipe tras un expediente de regulación de empleo (ERE) que no distinguía talento, cualificación o valía. Tan solo sueldos que ahorrarse. Ha tenido que desplazarse a Oregón (EEUU) para demostrar su calidad investigadora y convertirse en referente mundial por formar parte del equipo que ha clonado células madre embrionarias.